Objetivos del terapeuta en la sesión inicial:
1. Crear confianza y rapport.
2. Iniciar al paciente en la terapia cognitiva.
3. Instruir al paciente respecto de su trastorno, del modelo cognitivo y del proceso de la terapia.
4. Normalizar las dificultades del paciente e inculcarle esperanza.
5. Averiguar las expectativas del paciente respecto de la terapia.
6. Recabar información adicional acerca de las dificultades del paciente.
7. Utilizar esta información para desarrollar una lista de objetivos.
Estructura recomendable para la primera sesión:
1. Establecer un plan.
2. Controlar el estado de ánimo, utilizando puntajes objetivos.
3. Revisar el problema que se presenta y efectuar una actualización del estado en que se encuentra desde la evaluación.
4. Identificar problemas y establecer objetivos.
5. Instruir al paciente acerca del modelo cognitivo.
6. Averiguar las expectativas del paciente respecto de la terapia.
7. Instruir al paciente respecto de su trastorno.
8. Fijar tareas para el hogar.
9. Hacer una síntesis.
10. Lograr retroalimentación por parte del paciente.
- En cuanto a las expectativas acerca de la terapia, el terapeuta pone énfasis en explicar que este tipo de terapia es ordenada y racional y que los pacientes mejoran porque se comprenden mejor a sí mismos, resuelven problemas y adquieren herramientas que pueden aplicar por su cuenta. Impartiendo además, el mensaje de que los pacientes deben compartir responsabilidades para progresar en la terapia.
- Es recomendable que en la primera sesión el terapeuta brinde al paciente una idea general del tiempo que deberán estar en terapia y que es relativo. Hacia el final de terapia, las sesiones se pueden espaciar gradualmente, para dar a los pacientes más oportunidades de resolver problemas, tomar decisiones y utilizar en forma independiente las herramientas que han sido adquiridas.
- Con respecto a la instrucción del trastorno del paciente, suele suceder que la mayoría de los pacientes quieren conocer su diagnóstico general, asegurándose de que no están locos. Generalmente, es preferible evitar catalogar a un paciente con un diagnóstico de trastorno de personalidad. Es preferible decir algo más general y sin muchos términos técnicos. Asimismo, es bueno darle al paciente alguna información inicial acerca de su trastorno con el fin de que este conozca su patología y no sea tan autocrítico.
- El elemento final de cada sesión es la retroalimentación, pedirla fortalece el rapport, ya que mediante esta acción se demuestra interés por lo que el paciente siente.Además, de ser una ocasión clave para que el paciente se exprese y el terapeuta resuelva cualquier malentendido.
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