Otras tecnicas cognitivas y conductuales

Su objetivo es influir sobre el pensamiento, el comportamiento y el estado de ánimo del paciente.

 Resolución de problemas

Tanto psicológicos como los de la vida real, se indagan en la primera sesión, se hace una lista y se traducen a objetivos positivos. Se pueden ir incluyendo los que aparezcan durante el tratamiento o los potenciales. Al principio el terapeuta es más activo en el apoyo, luego se alienta al paciente para que sea más activo. Los que requieren una instrucción directa, deben aprender a especificarlo, idear soluciones y seleccionarlas, implementarlas y evaluar su eficacia. Algunos necesitan ayuda con las creencias disfuncionales que les impiden solucionarlos. Las tareas se pueden entregar a modo de experimento. La resolución de problemas implica a veces cambios significativos en la vida.


Toma de decisiones

Se le puede pedir que confeccione una lista de ventajas y desventajas de cada una de las elecciones posibles, ayudarlo a evaluar los ítems y llegar a la conclusión de cual es más conveniente. Tener las cosas por escrito ayuda a tomar una decisión con mayor claridad. Se le puede ayudar hasta que haya completado de manera exhaustiva las columnas y evalúan los ítems en conjunto (se les puede asignar un puntaje o subrayar los importantes). Al final se le alienta para que vuelva a utilizar la técnica.

Experimentos conductuales

Comprueban directamente la validez de los pensamientos o presunciones del paciente y sirven para la evaluación. Se pueden realizar dramatizaciones, hacer una llamada telefónica desde el consultorio, revisar los anuncios de empleo en conjunto, etc. Algunas tareas para el hogar implican experimentos conductuales, que el terapeuta ayuda a organizar. Se puede realizar para comprobar una predicción negativa del paciente, se determina donde y cuando se efectuará la comprobación y se prevé la reacción que cree que tendrá si el resultado es negativo. Hay que organizar apropiadamente los experimentos, pueden ser una poderosa herramienta de cambios cognitivos y emocionales.


Control y programación de las actividades

Se puede hacer un cuadro de actividades, consignando en una tarjeta los días de la semana y las horas del día. Se usa para controlar las actividades del paciente, medir y analizar el placer que obtiene de ellas (escala de 0 al 10) y la idoneidad con que las lleva a cabo, controlar y observar los estados de ánimo negativos, programar actividades placenteras o tareas abrumadoras y para comprobar predicciones. Se debe dar una explicación inicial, asegurarse de que comprende y está de acuerdo, comenzar la tarea en la sesión y controlar los obstáculos que surgen. Cuando se modifican las actividades, el paciente mejora su estado de ánimo. Se le puede dar al paciente la oportunidad de terminar la tarea en su casa, si presenta dificultades con la escala de placer se la puede completar en la sesión, modificarla con 3 categorías o retomar la tarea en una sesión posterior. Se le puede interrogar acerca de la adecuación de los puntajes que ha designado. Luego se completa la escala de satisfacción, que corresponde al nivel de dominio de la tarea. También puede aplicar las escalas para la terapia. Esto puede ayudar a observar en qué ocupa el tiempo el paciente, a qué dedica más tiempo y a qué no. El placer que experimenta y el grado de satisfacción con ellas. Se pueden escribir las conclusiones abajo o al reverso del cuadro.


*Revisión del cuadro de actividades (la semana siguiente)

Se revisa en conjunto, se buscan modelos de funcionamiento y se extraen conclusiones. Actividades que ocupan mucho espacio, relegadas, tiempos razonables para las actividades, actividades placenteras y su frecuencia, actividades displacenteras y su frecuencia (a veces es bueno apuntar a las cogniciones disfuncionales). Hay pensamientos que pueden impedir los cambios, se pueden catalogar como predicciones de validez a comprobar. Se le propone al paciente que invente cambios para la semana siguiente, ayudándola a identificar los pensamientos automáticos que pueden impedírselo. Además se identifican cuando el puntaje de una tarea es más bajo de lo previsible.


*Evaluar los estados de ánimo utilizando el cuadro de actividades

Se puede asignar a las actividades un nivel de ansiedad con la misma escala, o un nivel de irritabilidad. También sirve para los pacientes que sobreestiman o subestiman los estados de ánimo, al igual que los que sufren de cambios súbitos de ánimo.


*Programar actividades

El paciente planifica y escribe las actividades para la semana siguiente, incluyendo algunas muy placenteras, tareas, eventos, actividad física, etc. se puede predecir el nivel de satisfacción y placer que entregarían, y luego se consignan los resultados verdaderos. Se pueden identificar los pensamientos automáticos que socavan el placer que se obtenía de una actividad. Se puede evaluar el pensamiento clave, compararlo con el peor y no con el mejor.

Distracción y refocalización

Es mejor que el paciente evalúe sus pensamientos automáticos en el momento y que pueda modificarlos allí mismo. Cuando no es posible, se puede indicar la refocalización de la atención (útil cuando se necesita concentración para la tarea, además requiere volver a reenfocarse mediante alguna técnica), distraerse o leer una tarjeta de apoyo. Cuando el paciente está abrumado y no está apresurado por ninguna tarea definitiva, la distracción puede ser un recurso útil. Averiguamos cuales han sido las soluciones más efectivas en el pasado y se realizan sugerencias, aunque no es la mejor solución para la disforia, pero la idea es que pueda evaluar y modificar sus pensamientos automáticos.

Relajación

Se deben enseñar y practicar en sesión, porque ahí se pueden resolver problemas y evaluar su eficacia. La debe proponer como un experimento, ya que puede ayudar a reducir la angustia o llevar a pensamientos angustiantes que deben ser evaluados.

Tarjetas de apoyo: 

Se lo alienta a que las lea sistemáticamente y cuando crea que las necesite. Se preparan en conjunto. Pueden tener 3 formatos:

1. Un pensamiento automático clave o una creencia escrita en el anverso y la respuesta adaptativa en el reverso: la idea es que la pueda integrar a su pensamiento.

2. El diseño de algunas estrategias conductuales destinadas a situaciones problemáticas específicas: se pregunta al paciente ¿qué cree que podría hacer en una situación particular? Y añade sus sugerencias. El paciente puede agregar ideas útiles.

3. Instrucciones para activar al paciente: es para motivar al paciente a que realice sus actividades, además hay que motivarlo para que lea la tarjeta, puede hacerlo analizando las ventajas y desventajas, especificando los momentos en que debe leerla, preguntando cuales son los pensamientos automáticos que se lo impiden y ayudarlo a combatirlos.

Exposición gradual

Se puede hacer un gráfico de los pasos a seguir para alcanzar el objetivo, es dividir la meta en sub-metas, que van motivando al paciente a medida que se acerca a la meta final, además ayuda a disminuir el nivel de angustia. Debe pasar al paso siguiente sólo cuando haya dominado el anterior. También pueden utilizar técnicas de apoyo para complementarlo. Cuando el paciente es reticente, entonces se identifican los pensamientos automáticos disfóricos, que no le permiten realizarlo. También se puede corroborar las predicciones, para tener presente la inadecuación de muchos de sus pensamientos.

Dramatizaciones

Tienen muchas finalidades diferentes, tanto como para descubrir pensamientos automáticos, para desarrollar una respuesta racional, modificar creencias centrales e intermedias. También para el aprendizaje y la práctica de habilidades sociales. Se hace la dramatización, se conversa y se cambian de papeles. Una forma de evaluar las habilidades sociales del paciente, es pedirle que suponga un resultado positivo de la situación, ya que puede estar relacionado con creencias disfuncionales. Mediante el cambio de papeles, el paciente puede predecir los pensamientos y sentimientos del otro.

Uso de la técnica del “pastel”

Es útil para aquellos que necesitan ver sus ideas expresadas en forma de gráfico. Se puede usar para:
1. Establecer objetivos: sirve cuando hay dificultades para especificar los problemas y los cambios deseados. El diagrama representa la vida actual y otro representa la vida ideal. Generalmente se hace para ver la cantidad de tiempo que se dedica a actividades.
2. Análisis de la contribución de diversos factores sobre los resultados negativos: para observar gráficamente las posibles causas de un determinado resultado, además se le agrega la medida en la que influyeron. Ayuda a que el paciente evalúe en último término la atribución disfuncional para que pueda considerar más plenamente el resto de razones.

Comparaciones funcionales del yo y listados de afirmaciones personales

Inclinación a captar los datos negativos y a dejar de lado, desvalorizar y hasta olvidar, las informaciones positivas. Suelen utilizar comparaciones disfuncionales, por lo que se tiende a mantener y acrecentar la disforia.

1. Modificar la comparación con uno mismo: ayuda a darse cuenta que su atención negativa selectiva y las comparaciones que establece son disfuncionales. Le enseña a formular comparaciones más funcionales (con ella misma en su peor momento) y a mantener una afirmación personal. Se puede apoyar con el uso de otras técnicas, como las tarjetas de apoyo.

2. Listado de afirmaciones personales: son listas diarias de las cosas positivas que el paciente está haciendo o ítems por los que merece crédito, aunque hayan sido difíciles de hacer. Ésta tarea hace que el paciente se concentre en las cosas buenas y que se sienta mejor respecto de sí mismo.

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